[rubber man]

by David Fridman



Últimamente ha salido mucho a la plática casual el tema de mi incidente con una sospechosa Pathfinder Blanca (dicen) y pues fue un incidente importante en mi vida digno de platicárselos a todos. En una de esas alguien de ustedes conoce al vándalo infeliz y me lo presenta, tenemos una plática pendiente ese brother y yo.

Era la madrugada del 4 de marzo del 2012. La noche de la inauguración de un restaurante de unos amigos en la Roma. Yo llegué dispuesto a no tomar mucho porque una noche antes me había puesto un pedo de reo. Es difícil no tomar cuando es barra libre, y yo que tengo la fuerza de voluntad de una hoja en un tornado, pues me dejé llevar por los shots de tequila que repartían.

Como a las 2 de la mañana, mis amigos los sobrios (mentira) y yo decidimos irnos al antro para que se nos bajara la peda (mentira) y llegamos al antro y pedimos solo botellitas de agua (mentira).

Tequilas, mezcales, shots con fuego. Dos horas después decidí que ya era momento de irme mientras todavía podía distinguir caras. El plan era irme a dormir a casa de un amigo porque yo no estaba en ningún estado de montarme al coche y manejar – soy sumamente adulto en ese aspecto. Mi amigo decidió irse media hora antes entonces me dije “muy bien, Deivid, caminas directo a su casa sin hablar con nadie, hay maleantes en cada esquina” y me encaminé.

Crucé la calle de Oaxaca. Iba yo caminando en la calle, pegado a los coches que están estacionados. Nadie se explica hasta la fecha la razón por la cual no caminé en la banqueta. Yo caminaba campante mientras le mandaba un mensajito a mi amigo para decirle que ya iba a su casa.

Lo siguiente por favor léase como si fuera la hora 23 de Jack Bauer.

Un coche-camioneta-Optimus Prime venía en la misma dirección en la que yo iba caminando. Aparentemente no traía las luces prendidas a las 3 de la mañana, pero eso es especulación. Lo único que pasó por mi cabeza fue “FUCK” y esto fue cuando yo ya estaba arriba del cofre del coche. Acto seguido, reboté con el parabrisas y salí rebotando a la calle.

La calle en la que sucedió el #incidente es una calle bastante transitada en la noche. Hay varios antros, bares, restaurantes, estacionamientos y valet parkings. Yo en el piso tumbado, no tenía idea lo que acababa de pasar. Estaba apendejado y en menos de 15 segundos, la gente que vio el #incidente corrió hacia mi a ver si el pobre imbécil al que habían atropellado (yo) estaba con pulso.

Un brother cadenero de la puerta del Walther corrió hacia mi como corrió Katniss hacia sus armas. . Yo como que seguía en la pendeja, no estaba seguro si había atacado la ola o era Godzilla o me había tropezado con un bache o que chingados. Mi primer instinto fue buscar mi celular para hablarle a mi hermana que seguía en el Walther para que viniera a ayudarme a desempolvarme pero el cadenero buen hombre no me dejaba moverme. “No te muevas, puedes tener un daño cerebral, la columna es delicada, tranquilo. Sabes dónde estás?” me decía. Yo en ese momento me empecé a apanicar porque ya pa que no te dejen moverte por miedo a quedar inválido ya esta heavy de película dramática estelarizada por Jared Leto.

Había un grupo de gente a mi alrededor, así:

Y pues me empecé a espantar mas y mas, creo que en algún momento lloré un poquito porque mis sueños de Tango se desvanecieron en 0.35 segundos.

Entiendan que esto pasó hace muchos años, entre que no me acuerdo por la peda, por la adrenalina, por el shock y porque se me olvidan las cosas, things are very blurry.

De lo siguiente que me acuerdo es de que los señores paramédicos de la ambulancia me pusieron una madre en el cuello y cabeza, como un cubo, me cargaron como en Grey's Anatomy a la camilla y  me subieron a la ambulancia. Para este punto yo ya estaba devastado, privado del llanto porque yo en mi mente me quedaban 7 minutos de vida. Preguntas como “Sientes las piernas?”, “En qué año estamos?” y “Como te llamas?” no lo hacen sentir a uno muy seguro cuando no sientes las piernas y no sabes en que año estas y en tu mente te llamas Joaquin Sabina.

El paramédico me pidió el contacto de algún familiar. Les di el teléfono de casa de mis papás porque es el único pinche teléfono que me se de memoria, que peligro. En la madre- pensé yo- mi mamá se va a emputar conmigo mas que cuando pedía pedía doble pastel en el Cheescake Factory cuando era un pequeño gordo. Le llamaron y me acuerdo que el Sr. Doctor le dijo “señora, atropellaron a su hijo, a que hospital lo llevamos?” y ahí decidí que lo mejor sería desmayarme. Entre mi invalidez potencial y la furia de Nora, pa que nacía?

De lo siguiente que me  acuerdo es de estar en el ER del ABC y llegó mi hermano a verme y yo lloraba y lloraba porque todavía tenía la madre esa en el cuello. Mi hermano no decía nada, pero podía sentir como me juzgaba con su silencio. Fue horrible. Me sacaron radiografías de cada hueso de mi cuerpo. Y si consideramos que tenemos como 700 huesos en el cuerpo, yo pedí tantita morfina para relajarme*.

Resultó que no me rompí nada, que estaba sano y la había librado con solo unos raspones y moretones y sangre por aquí y por allá. El sabio doctor dijo que fue gracias a que iba medio borracho y que no vi venir el coche que no tensé el cuerpo y que me hice como liga, me dejé mangonear por el destino sin salir lastimado de gravedad. Tequila saved my life.

Esa misma mañana me fui a mi casa. El Doctor - Gregorio, se llama. Gregorio Casa - me mandó a estar en reposo físico 7 días y reposo higadíl 7 años. A la semana del término del reposo, después de ver 19 temporadas de Law & Order, bien inspirado y bien decidido me fui a la H. Delegación Policiaca de la Condesa a levantar un acta para atrapar al homicida lunático.

Las camaritas que hay en las calles las borran al quinto día y como habían pasado ya 7, me la pelé. Entonces yo estaba decidido a hacer justicia con mi propia mano y le dije al Sr. Detective de la Delegación – Hércules, se llama. Detective Hércules Poaró – que iba a venir a cuestionar a los testigos. Tons nos fuimos a la calle a cuestionar a los testigos y nadie sabía nada. Todos se hicieron los occisos. El Detective Poiró me dijo que iba a estar imposible encontrar al maleante y que mejor diera gracias de estar vivo y caminando y que me olvidara del asunto.

Dos años y medio después del #incidente todavía me da coraje la ineptitud del sistema justiciario del país. Pero más coraje me da que un hijo de la chingada que vio todo el show dijo “No mames, acaban de atropellar a ese guey! Ay, pobre! Vamos a chingarle su celular que salió volando!” Y pues me chingaron mi celular. Que tipos.

En conclusión:

A) tengan cuidado cuando caminen en la calle.

B) si los van a atropellar, tomen tequila antes.

C) No dejen pasar mas de 5 días para ir a la H. Delegación.

D) amárrense el celular al cinturón con una cadena.

Los amo a todos! Menos a los que atropellan a gente y se dan a la fuga. A ellos les deseo guano.

Y para que se den una idea más clara, esto fue lo que pasó, les dejo un video. Yo soy Rosa Salvaje, solo que de noche y sin tanto crepé. 

*no me la dieron :(