[don't misbehave]

by David Fridman


En las sabias palabras de mi compositor favorito y amigo Cole Porter:

“In olden days a glimpse of stocking was looked up as something shocking but now, God knows, anything goes.”

Traducción: si en #antaño enseñabas piel, eras una prostituta, pero ahora nadie juzga. 

Si tomamos en cuenta que esta canción se escribió en 1934 podemos darnos cuenta que la evolución de la sociedad y del ser humano ha avanzado millones y millones de centímetros en las últimas décadas. Elaboremos.

 En la Mesa

Cuando yo era chiquitín, mi mamá me reventaba un zape si subía los codos a la mesa mientras comíamos. De igual manera recibía una tunda con el sombrero que traía puesto si me sentaba con él a la mesa.

Creencias ancestrales dictaban que si tenías los codos en la mesa era de mala educación porque esto significaba que la plática te aburría y que la comida no te gustaba (porque es muy normal que si me aburres, mi codo es la mejor manera de decir CALLATE LA BOCA).

Lo mismo pasa con las gorras o los sombreros. Si traes uno de esos puesto en la mesa, quiere decir que preferirías estar afuera jugando en el parque a estar sentado escuchando tu historia de tu bebé y su primer paso. Las mujeres en Inglaterra y Londres no aplican en esta regla porque siempre traen sombrerazos del Titanic.

Son mamadas. Si un día tuve un bad-hair day y decidí ponerme mi #cachucha para nuestro lunch date, no quiere decir que me aburre tu plática y que tienes mal aliento. Quiere decir que tuve un bad-hair day. Si subo los codos a la mesa es porque es una posición cómoda, no porque te quiero tirar los caninos con un judo-chop.

Estas tradiciones eran algo serio allá en los 90’s cuando yo tenía 5 ó 6 años. Ahora siento que, o ya cambiaron o ya nos valen madres a todos.

OJO: Lo que estoy diciendo no se traduce a “haz lo que quieras”. Si te suenas los mocos en la mesa o masticas con la boca abierta, no quiere decir que eres maleducado, quiere decir que eres un neandertal.

 En Sociedad

La puntualidad es un tema muy delicado para el mexicano.

El mexicano está acostumbrado a llegar de 15 a 20 minutos tarde a una cita (a menos de que seas mi mamá). Todos los mexicanos ven muy normal llegar tarde a la comida con los amigos o a la junta de trabajo o a la endodoncia con el dentista (a menos de que seas mi mamá). Es parte de nuestra cultura y no hace falta explicar por qué llegaste tarde porque pues es normal porque eres mexicano (a menos de que seas mi mamá).

Yo soy puntual. O por lo menos trato de serlo. A menos de que vaya con una persona que se que es impuntual. Entonces no soy puntual. Y si voy con una persona puntual le echo muchas ganas para ser puntual. Les recomiendo el “Perdón que llegué tarde pero es que salí tarde porque empecé tarde”, siempre saca a uno del aprieto.

Esta excusa de “llegué tarde porque soy mexicano” no aplica a actores. #cuandoviviaenNY en mi escuela teníamos una regla que se llamaba “The 15 Minute Rule” que consistía en que si tu clase era a las 9am, tu tenías que estar en el salón a las 8:45 preparándote, concentrándote, calentando, ensayando o nomas escuchando tu ipod (era el 2005, no habían iPhones).

Mi escuela dice “Si llegaste a tiempo, llegaste tarde”. Es algo muy de actores pero es algo que yo creo que todos deberíamos intentar hacer, dentistas incluidos. A algunos les podrá parecer una exageración esta regla pero esos mismos algunos probablemente son los que mastican con la boca abierta en la mesa.

 Disconnect to Connect

Este es un tema sumamente delicado, he tenido un sinfín de discusiones con amigos y abuelas.

“YA SUELTA TU PINCHE CELULAR” es el regaño mas común #hoyendía. Si tu mamá jamás te lo ha dicho en la comida familiar es porque seguro está en el Yak. Una vez mi abuela, en la comida de los jueves, nos metió una regañiza a sus hijos y nietos y nueras por igual y nos dijo que el próximo que volviera a sacar su celular a la hora de la comida iba a quedar vetado de estas comidas.

Es entendible. Ella está viviendo este cambio en carne propia, solo que ella no está incluida en la diversión porque – aunque si tiene celular – se refiere a su StarTac como “la chingadera esa”. 

Estoy conciente de lo que voy a decir ahora puede generar varia inconformidad entre ustedes, amigos lectores, pero si estás leyendo esto en tu celular a mitad de una comida, AJA! Joke’s on you!

Creo que en esta Era de la Tecnología en pleno siglo XVIVIXOLMX, tenemos que entender que el tener una conversación por Whatsapp es tan válido como tenerla en persona, y que si estás comiendo con alguien y estás metido en otra plática en tu celular, es simplemente lo que hay.

Cuando inventaron la tele, se decía que era la caja del diablo, que estaba rompiendo con la armonía familiar y que iba a destruir los lazos humanos. Y sin embargo, años y años después, la tele es parte de nosotros y ni mi abuela se atrevería a gritar que la apaguen cuando estamos todos en familia cenando viendo El Premio Mayor.

Lo que pasa en estos momentos es que estamos viviendo el cambio. Hay gente (como mi abuela o mi santa madre) que jamás chatean en su celular, lo consideran como subir los codos a la mesa. Y hay gente que como uno que puede perfectamente campechanear una conversación tri-dimensionál con una whatsappál.

Tomorrow is now, dicen. Estoy de acuerdo que si hay que poner atención a la persona con la que estamos hablando en persona, pero estamos a punto de llegar a una etapa de la humanidad en la que ya no nos vamos a poder enojar por platicar con alguien que físicamente no está ahí, pero es como si estuviera.

Es cosa de darle tiempo al tiempo y entender que todos ustedes ancianitos mayores de 30 años no tienen la misma mentalidad que nosotros los chavos. Les va a costar mas trabajo pero va a llegar el momento en el que todos vamos a poder convivir con abuelas y Androids a la vez.

Quiero dejar muy claro que esa gente que siente que está bien que yo este en mi celular mientras ellos están en el suyo pero en el momento en el que ellos lo dejan me gritan a mi que deje el mío son unos hipócritas.

Y por favor, suficiente con las excusas de “es trabajo”, “le estoy diciendo como llegar” o “tantito, es urgente”. Cállate y chatea a gusto, te prometo que no te voy a ver feo y no te voy a juzgar. (chance un poquito si, con la persona con la que yo esté chateando)

The Classics

Nunca, nunca, NUNCA, #jamasnunca va a pasar de moda decir “Buenos Días”, “Por Favor” y “Gracias”. A quien sea. Cuando sea. Por lo que sea. 

Gracias. (ven?)