[SERIESLY]

by David Fridman


AVISO: en este post se va a hablar de series. Si no ves series, probablemente te vas a sentir como yo en clase de Bioquímica Agropecuaria. Te doy carta blanca para que te lo ahorres y te vayas directamente a decirme que lo disfrutaste mucho. No questions asked. ;)

Todos los días me levanto y tomo la decisión de que tipo de serie va a ser mi vida (nocierto pero suena padre). Puede ser una comedia tipo New Girl con mis amigos simpáticos y elocuentes. Si voy a andar en chinga con muchas cosas que hacer todo lo hago a velocidad Jack Bauer (con el tráfico de la ciudad, la serie se llamaría 48). O si llevo a Morgan a dar el rol a la Marquesa es divertido imaginar que en cualquier momento voy a tener que pelear con un zombie como en The Walking Dead.

Las series – a mí me gusta pensar que son como películas que duran 16 horas – han cambiado la manera de ver televisión. No quiero ponerme de mamoncito intelectual diciendo “las series han cambiado la manera de ver televisión” pero las series han cambiado la manera de ver televisión.

Igual y mis hábitos televisivos no son los mismos que los tuyos. O que los tuyos. O incluso que los tuyos. Yo soy un intenso. Si sale la nueva temporada de Grace & Frankie, mi plan ganador va a ser quedarme a ver que se traen estas dos señoras entre manos con sus vibradores y sus novios adultos mayores; prefiero eso a bailar el venao con tu tía. Con la edad avanzando como final de temporada, lo mas probable es que me encuentres tirado en mi cama, copa de chocomilk en mano, viendo todos los capítulos de mis telecomedias que salieron el fin de semana. Si pasan varios días y no los he visto me empieza a dar un ataque de pánico. 

Es un modo de vida que he adoptado cada vez mas en los últimos años. Maravilloso para ahorrar lana. Lo que te chingas en tequilas en una noche de farra te alcanza para pagar tu mes de Netflix, Amazon y HBO y , la Domino’s, una buena mascarilla (la de Khiels te dura siglos) y un hueso de la mascotería de la esquina para que se entretenga el perrito.

Quiero compartirles una parte muy secreta de mi cerebro. En mi mente siempre pienso que mi vida es una serie. Mi serie se llama DAVE! , así como Barry o Fleabag o The Nanny. Yo soy The Nanny.  

DAVE! trata acerca de las aventuras y desventuras de un #buenmozo viviendo en la Gran Ciudad Capital. La vida de este #buenmozo gira en torno a su familia, sus amigos y su carrera.

Hay una gran cantidad de personajes en mi serie:

-       Main Cast – los vecinos, los papás, la abuela, el sidekick simpático pero no mas simpático que Dave, la amiga diva, Morgan, Juanita.

-       Recurring – el amigo millonario, Arturo el coach, el productor (villano).

-       Extras – todos ustedes.

Imaginemos, if you will, que vamos en la 7ª temporada de la serie porque ha sido un éxito. Ha habido un sinfín de personajes que han entrado y salido a lo largo de estas maravillosas, fascinantes temporadas que no puedes dejar de ver. Muchos tristemente no siguen con nosotros por problemas de tiempos, contratos o karma.

Voy a poner un ejemplo sin mencionar nombres porque me demandan. Uno de los personajes del elenco principal tenía un novio. Ella duró con él 4 años. Era muy bien aceptado por ustedes, el público benevolente, y por los demás personajes del show, yo. Pero llegó el punto en el que la historia se había estancado, ya no pasaba nada interesante y el conflicto era inexistente. Es por eso que se tomó la decisión de retirarlo de la jugada. En la vida real, nomás cortaron y ya no supimos nada de él. Evidentemente no lo podíamos matar porque pues nos demanda. Pero en el storyline de DAVE!, la serie favorita de todos los tiempos, se fue a la Selva Tropical en un viaje con sus camaradas del trabajo y nunca regresó. Sospechamos que se lo comió la araña pero nunca estaremos seguros. Quién sabe, a lo mejor el público lo extraña y tendrá que regresar como regresó Tony Almeida.

Algunos de los personajes de DAVE! han tenido arcos dramáticos muy pues dramáticos. Sin mencionar nombres les puedo contar de uno de los protagonistas que ha tenido varias exnovias. Estas exnovias hacen ver a las 4 lagartonas de Sex & The City como inocentes conejitos. Dicho personaje pasó por montañas rusas en cada una de estas relaciones, subiendo el rating de DAVE! pero bajándole el autoestima a números negativos. Eso hasta que los escritores decidieron que era hora de cerrar ese ciclo, introduciendo a una novia nueva. Se le dio la vuelta al arco de estos personajes y ahora viven en la eterna felicidad. Este nuevo personaje llegó para quedarse, para generar conflictos totalmente diferentes.

Por el contrario, hay personajes que sirven de motor, que causan el conflicto, ocasionalmente salen en 4 o 5 capítulos pero al final del día no hay que darles tanto poder porque se convierten en la maldita esa Georgina Sparks. Estos son los amigos que vemos de vez en cuando los fines de semana o una vez al mes en clases de Kumbaya. Them bitches.

Otro tipo de personajes son esos amigos que vienen de visita por una semana, hacen un cagadero con la historia y se van. A estos nos gusta llamarlos Guest Stars. Hicieron su parte importante y jamás regresan mas que en el chat de Facebook, pero se quedan en la mente y en corazón de ti, fiel fan. También dentro de esta categoría entran los amigos que se fueron a vivir a Miami a hacer sus spin-offs. 

Y luego están los personajes incidentales. La mayoría de las personas con las que interactuo pero que no tienen un peso significativo en la historia. Mi amiguita del Starbucks, Carmen la portera, mi marchanta en el mercado de Jamaica, la tia Lupe. Cada que interactuo con estos personajes pienso “que podrían hacer para avanzar la trama?” y luego llega el elevador y me subo y se me olvida.

De las partes mas entretenidas de este juego mental son esos momentos en los que salgo a la calle y escucho música. Es increíble como la elección musical del shuffle de Spotify puede decidir si es un momento dramático, cómico o nomas de tango a medio Parque México. Es el soundtrack de la serie, pero también de la vida misma. So fucking deep.

En serio, su actitud al caminar va a cambiar mucho si escuchan “Don’t Stop Me Now” de Queen que si escuchan “Someone Like You” de Adele. Inténtelo, es divertidiiiiiiiiiiiiiii.

Lo bueno de ver cantidad y cantidad de diferentes tipos de shows es que en todos lados encuentras similitudes. Todo ese pedo de art-imitating-life se ve mas real e inmediato. Ejemplo, hace poquito terminé de ver Orange Is The New Black. Para ti, amigo provinciano sin recursos digitales, es una serie que se lleva a cabo adentro de una cárcel de mujeres. Hay mujeres de todos tipos, tamaños, colores y sabores, y cada una tiene un personaje desarrollado y definido y es importante en el mundo de la cárcel. Entonces, cuando estaba viendo esa serie y tenía que salir al mundo real a que Morgan haga su caca, yo veía a todas las mujeres a mi alrededor adentro de la cárcel. “La mujer de las quesadillas podría ser Tastee.” pensaba yo. “Esa amiga de mi hermana nomas que se la cachen transportando drogas en su miembro y es Piper.” me decía a mí mismo. No, no, no, una verdadera gozadera.

Y las series también nos enseñan a lidiar con problemas diarios. Ejemplo: en mi telecomedia Suits, en la mayoría de las escenas existe un conflicto entre dos de los personajes, los dos tienen buenos argumentos y los dos son muy inteligentes porque son abogados millonarios de NY. Entonces, cuando te encuentres en un argumento con (inserta nombre aquí), uno simplemente se pregunta “What would Harvey do?” y pues you do. Pasa lo mismo con personajes como Barney Stinson y Victoria Grayson. Son magníficas personas para que te saquen de la duda.

Es logística.

No recomiendo seguir esta dinámica con shows como Game of Thrones porque todos estaríamos muertos.

Todos y cada uno de nosotros, aunque no tengan sus series tan establecidas y populares como DAVE!, tienen en sus vidas lo que llamamos Finales de Temporada. Existen dos tipos diferentes de Finales de Temporada. En ambos pasan cosas que van a dejar picadas a la audiencia – y a tus amigos que nunca entran en los conflictos.

Esta el Final de Temporada: Versión Evento. En este tiene que haber una fiesta o algo en la que se reúnan la mayoría de los personajes. Puede ser una boda, un cumpleaños o un martes. El chiste es que se emborrachen para que se desenvuelva todo el drama. Que si le ponen el cuerno, que si se dicen sus verdades que tenían calladas, dicen el nombre de la exnovia en la boda, confesiones, maltratos, secretos y desdichas al por mayor. Y siempre tiene que haber unos días de tensión después de este evento. En las series es por cuestiones de mercadotecnia, en la vida real es por la cruda.

La otra es el Fin de Temporada: Versión Viñetas. Es lo mismo pero diferente. En esta versión no es necesario que todos se junten en el mismo lugar para que explote el drama. Pero si es necesario que todos estén pasando por momentos dramáticos. Ejemplo: está teniendo second thoughts mientras camina al altar, se le rompió la fuente en el avión que se va a estrellar, lo atropellaron por borrachín, le pegaron herpes. Todo esto pasa en una sola secuencia en la que todos los personajes están lidiando con sus propios problemas y demonios y herpes. Yo me imagino un montaje con alguna canción dramática de fondo, por ejemplo “The World is Not Enough” de Garbage.

Todos tenemos momentos de series en nuestras vidas. O mas bien, todas las series tienen momentos de nuestras vidas. O algo así. A lo que me refiero es que está muy cabrón el art imitating life imitating art imitating life. Solo es cuestión de abrir el ojo, estar al pendiente y decidir si quieres que tu serie sea un drama colombiano, una comedia sagaz o un melodrama familiar sin herpes. El mundo es tu ostia!

Para noticias y updates de DAVE!, los invito a seguirme en mis redes sociales y a depositarme lana para poder pagarle al editor. Se agradecen también sus comentarios aquí abajito ya que uno trabaja para ustedes y siempre es bueno saber que piensan los civiles. Los amo BAI.